La sequía no afecta solamente causando una menor producción de los cultivos (de grano o forrajeros), sino que también origina un vasto escenario de problemáticas. Producto del último evento de menores precipitaciones registrada en gran parte del país y predominantemente en la zona núcleo, dio lugar a la aparición de insectos en magnitudes superiores a las habituales. El caso del astilo moteado o siete de oro se presenta como un caso novedoso del que no se encuentran muchos antecedentes. Animales que consumieron alfalfas infestadas con estos ejemplares de coleópteros manifestaron intoxicaciones, las cuales pueden llegar a causar la muerte en bovinos y equinos.
Las altas densidades encontradas en las alfalfas que se pastorean están vinculadas a los atrasos o falta de floración de las especies que habitualmente hospedan al 7 de oro como ser maíz, sorgo y girasol producto de la sequía. Estas especies, si bien son las más habituales no son las únicos sobre las que se desarrolla el ciclo de vida del insecto. La situación encontrada indica que la naturaleza de los procesos no está limitada una única combinación de factores.
Las zonas más afectadas por las intoxicaciones y muertes de animales son norte de Buenos Aires, sur de Córdoba y sur de Santa Fe. Esta distribución coindice significativamente con las regiones donde se practican siembras de cultivos para cosecha de grano y de pasturas de alta calidad para su consumo por parte de ganado bovinos en recría / terminación o lechero.
Descripción del insecto
El astilo moteado (Astylus atromaculatus) es una especie de escarabajo autóctono de la Argentina. Si bien en algunos cultivos es considerado benéfico ya que actúa como polinizador, el consumo por parte de los animales (reportándose casos en equinos, bovinos y ovinos) causa intoxicaciones debido a una toxina denominada cantaridina. Se producen cuadros digestivos y urinarios, los que dependiendo de la gravedad pueden desencadenar en la muerte de los animales.
Morfológicamente los adultos presentan un abdomen de color negro. Las alas anteriores el tórax son de color amarillo con manchas irregulares de color negro. La longitud de las larvas es entre 12 a 15 mm, cubiertas de pelos sedosos y largos y presentan una coloración marrón rojiza.
Se ubican sobre la superficie del suelo, aunque pueden profundizar someramente es suelos sueltos. El consumo habitual son los pelos, poleo o granos tato de maíz, sorgo, algodón, girasol, etc. En el caso de las semillas, consumen el material rico en carbohidratos y lípidos dejando sobre el terreno el pericarpo. No es el daño más registrado en la mayoría de los reportes, pero también se han encontrado base de los tallos comidos sobre todo durante la etapa de emergencia del cultivo. Gracias a su diminuto tamaño las larvas de esta especie subsisten en el suelo donde se alimentan de restos vegetales en descomposición.
Consecuencias de la ingesta para los animales.
La enfermedad que provoca la ingesta de insectos de astilo moteado se clasifica como de curso hiperagudo. Presenta síntomas de orden digestivo como cólicos y ulceraciones bucales; respiratorios tales como taquipnea (respiración acelerada y poco profunda); circulatorios como taquicardia (aceleración en el ritmo cardiaco); urinarios (cistitis, disuria); sudoración; síntomas neurológicos y lesiones macroscópicas en todo el sistema digestivo.
Los signos que pueden observarse en animales son: decaimiento, malestar, diarreas que pueden contener sangre y pseudomembranosa. Los casos que desencadenan en la muerte del animal van desde los 2 a 6 u 8 días.
Recomendaciones
Por el momento la recomendación de INTA es monitorear las alfalfas antes del ingreso de los animales. En función del desconocimiento producto de la falta de habitualidad en el consumo de estos insectos por parte de bovinos, equinos y ovinos, se desconoce aún si hay una densidad que resulte letal o cual sería el umbral de daño a partir del cual hay que tomar medidas activas. En las diferentes necropsias realizadas se observa gran presencia de insectos tanto en el rumen como en el intestino.
Desde INTA Buenos Aires norte se han elaborado una serie de sugerencias para los productores a modo de evitar nuevos cuadros. A continuación, se enumeran.
- Retirar los animales de los lotes con alto nivel de infestación para evitar el consumo de insectos.
- Elevados grados de floración se relacionarían con mayor presencia de insectos.
- Aún se desconoce si en las reservas confeccionadas con pasturas infectadas pueden presentar toxicidad para los animales que la consuman. En la medida de lo posible no suministrarlas.
- Comprobar la infestación y/o la presencia de síntomas compatibles por medio del monitoreo frecuente de los animales y de la pastura.
- Se sugiere que el control mediante el uso de insecticidas como los piretroides se realice bajo recomendaciones y supervisión agronómica.
- Se recomienda la intervención de un asesor veterinario para la confirmación del diagnóstico y seguir las recomendaciones que se realicen desde el Servicio de Diagnostico Veterinario Especializado de INTA Balcarce.
- Se puede realizar un corte previo al ingreso con el objetivo de secar las flores provocando que el insecto busque otro hospedante.
Hasta el momento no hay un antídoto que permita el tratamiento eficaz en caso de ingestión. Los cuadros son más graves en el caso de los equinos que de los bovinos por lo que se recomienda ser más estricto en los controles antes del pastoreo con caballos.