Cuando se selecciona la genética que mejor combina con el ambiente en el que se está trabajando, la diferencia de producción se nota respecto a los cruzamientos al azar.
Cuando se habla de selección, no necesariamente se hace referencia a la selección por parte del hombre, sino que en la naturaleza, también se da que los animales se eligen entre sí por ciertas aptitudes. Cuando esto sucede, genéticamente tiene mucho más peso el gen seleccionado, dejando una descendencia marcada con ese atributo.
La eficiencia de la expresión de los genes está atada a muchos factores y si alguno de ellos falla, hace que el resto de los factores no pueden expresarse. Esto significa que lo que se va a expresar genéticamente va a estar atado al factor que tuvo la menor eficacia, es por eso que se debe tener mucho cuidado a la hora de seleccionar los atributos a expresar en la descendencia.
Esta capacidad principalmente depende del conocimiento y saber del productor que es quien sabe y conoce perfectamente el ambiente en el cual sus animales van a producir y las limitaciones que el mismo tiene.
Es muy importante que se tenga un objetivo a la hora de definir qué es lo que se quiere hacer y entender que son procesos naturales que llevan tiempo y que se tienen que determinar a largo plazo.
Lo importante no solo es determinarlos, sino que también tengan coherencia y sean viables de alcanzar, ya que a veces uno pretende cosas que el campo, por sus propias limitaciones, no nos puede dar. Existen asociaciones de determinadas razas y criadores que comparten sus experiencias para poder enmarcar las posibilidades de cada uno de los animales, algo que es más importante de lo que se cree, ya que puede suceder que los objetivos no estén alineados con la sangre que uno tiene en el rodeo y es ahí donde tiene dos caminos; o cambiar el objetivo, o gradualmente, cambiar su rodeo.
A la hora de empezar a ejecutar los cambios genéticos que se quieren expresar o cambiar, lo que se debe hacer es poner el foco a aquellos animales que de acuerdo a esta variable, están por encima de la media o del promedio; esto va a ser fundamental para que las probabilidades de que esto suceda sean altas y va a depender de la supremacía de aquellos que seleccionamos.
Esto se conoce como el diferencial de selección, que básicamente es la brecha de aptitudes que hay entre el promedio de los animales que el productor selecciono y el promedio del rodeo general del cual vienen este grupo selecto.
A la hora de decidir cuántos animales uno debe agrupar para hacer la correcta selección y expresión del gen, se debe tener en cuenta que no es un solo factor el que manda para tomar la decisión. En la ganadería principalmente esta decisión está dada por la cantidad de animales que uno debe dejar de lado debido a que no van en línea con lo que uno busca y eso hace que la proporción a influenciar sea diferente, y por otro lado, principalmente en el caso de los rodeos de cría, la cantidad de hembras que uno debe dejar de reposición como para que tengan la función de actuar como vientres en las siguientes campañas.
Por ejemplo en el caso en donde la cantidad de animales que permanecen en el rodeo durante el pasar de los años es el mismo, se van a precisar menos animales que en el caso de los rodeos que aumentan en número año tras año.
Entendiendo el concepto de diferencial de selección, se puede deducir que en el caso de los machos, la diferencia tiene que ser mucho mayor ya que pocos machos tienen mucha influencia por sobre muchas hembras.
Una técnica que suele usarse para hacer un salto genético respecto al tiempo y justamente, que este diferencial de selección aumente, habiendo una gran diferencia entre individuos “nuevos” e individuos “viejos”, es lo que se conoce como inseminación artificial, en donde se selecciona de manera más efectiva y masiva los genes a expresar.
La cantidad de genes o caracteres que uno quiere seleccionar es un tema a tener en cuenta también a la hora de planificar una selección y mejora del rodeo. No es posible expresar todas las características que uno quisiera, sino más bien es un proceso y un plan de trabajo el que se debe hacer para que esto suceda.
Si uno decide expresar muchas características, lo que va a suceder es que el diferencial de selección sea muy bajo, ya que un animal que es excelente en la aptitud “A” puede que sea muy malo en la aptitud “B” y esto haga que en promedio, quede justamente en la media.
Es mucho más fácil encontrar animales que tengan una característica sola la que sobresale, y así poder agruparlos y hacer que se la expresen a la progenie. Es importante que se elija una característica que por un lado tenga un buen rédito económico y que por otro lado tenga una gran capacidad de ser heredable, para que se mantenga y exprese en el tiempo.
Es de entender y suponer que es mucho más fácil encontrar animales sobresalientes cuando recién se empieza a trabajar con el mejoramiento de un rodeo, ya que con el pasar de los años y la diseminación del gen seleccionado, la media se va corriendo hacia la derecha, acordándose el diferencial de selección ya que la mayoría de los animales son buenos con respecto a esa característica.
Como se nombraba anteriormente, la inseminación artificial es un método o una estrategia que básicamente se basa en introducir genes externos de nuestro rodeo seleccionados específicamente. Esto es una muy buena opción principalmente en donde los rodeos de toros son homogéneos y no hay diferenciación entre ellos, donde ninguno sobresale y tenga la capacidad de transmitir “X” cualidad.
Se debe tener en cuenta que a la hora de trabajar en selección no se puede manejar ni presionar de la misma manera a las vacas que a los toros.