Las instalaciones comprenden un variado universo de infraestructuras para el manejo y la realización de distintas tareas vinculadas al mismo. Desde los diseños hasta los materiales, así como el dimensionamiento en función del tamaño y raza de los animales como de las condiciones climáticas promedio en la zona, son aspectos a considerar para su diseño, mantenimiento y uso.
En general, el diseño de instalaciones óptimas debe incluir la consideración de factores como seguridad para animales y humanos, funcionalidad (y., facilidad para el manejo de los animales) y protección del clima (Grandin, 2008).
El diseño de las instalaciones debe considerar las variables climáticas como la temperatura, humedad relativa, vientos y pluviosidad de la zona. También al momento de establecer la oferta de espacio. En nuestro país, en general diseñamos las instalaciones considerando los parámetros medios de la zona templada. En la actualidad, en la que la ganadería se ha desplazado en gran medida a las zonas subtropicales (NEA y NOA), estos valores no necesariamente son representativos. En zonas cálido-húmedas, la disminución del espacio conlleva a la cercanía entre animales, lo cual a su vez es un obstáculo para una eficiente disipación de calor. En ambientes cálido-húmedos, el espacio debe ser mayor a fin de evitar la formación de microclimas adversos dentro de las instalaciones. La oferta de espacio debe ser lo suficientemente adecuada como para permitir la circulación de aire entre los animales, facilitando así la eliminación de calor vía convección.
Las instalaciones bien diseñadas deben cumplir una serie de características consideradas mínimas para un buen desempeño de las tareas a la hora de utilizar la infraestructura. Entre ellas se enumeran las siguientes.
- Funcionalidad. no implica necesariamente construcciones onerosas y monumentales. El tamaño adecuado, la facilidad y seguridad para el hombre y animales, mientras se ejecutan las labores son aspectos que definen la funcionalidad. La magnitud de las instalaciones se encuentra condicionado por el tamaño del rodeo y de los animales que lo componen y a manejar, cuales son actividades a desarrollar, regulaciones ambientales, recursos económicos y las opciones de diseño, entre otras. Está demostrado ampliamente que la facilidad, rapidez y seguridad con que se ejecutan las labores son una consecuencia del diseño.
- Confort. en las instalaciones este concepto y su cumplimiento es consecuencia de una oferta de espacio que evite la tensión social (que se da naturalmente por relaciones de jerarquía dentro del rodeo), que promueva una relación hombre-animal respetuosa y lo proteja de las condiciones ambientales desfavorables que pueden causar estrés y detrimento en los parámetros productivos y reproductivos. (por ejemplo, lluvias, frío, sol, calor).
- Seguridad: no deben considerarse únicamente al hombre como ser vivo al que debe proveerse seguridad. En los hechos, quienes más permanecen alojados en estas infraestructuras son los animales. Situaciones como pisos resbalosos, pendientes inadecuadas, esquinas en punta, materiales cortantes, etc. deben evitarse De la misma manera, siempre debe contemplarse una vía de escape y/o protección ante posibles eventualidades que expongan al hombre a agresiones y accidentes en su relación con el animal.
- Higiene. Una constante en materia de la higiene de las instalaciones lo representan la limpieza y ausencia de humedad. En caso contrario se convierten en un desafío constante a la salud de los animales, principalmente los terneros. Como se mencionó anteriormente debe prestarse atención especial en zonas subtropicales en donde la humedad y la temperatura predominantes son agentes promotores de proliferación de microorganismos que pueden afectar la salud de los animales y ser el mal uso de las instalaciones un vector.
- Económicas. El criterio de la relación costo-beneficio debe primar a la hora de considerar una nueva instalación o la modificación de las existentes. Las mejores instalaciones no necesariamente son las más onerosas.
Las instalaciones deben cumplir con el objetivo de permitir trabajar con los animales de manera ágil y segura tanto para el bovino como para el operario.
En los últimos años se han incorporado materiales no tradicionales en la construcción de equipamiento para el manejo del rodeo que permiten realizar una variada cantidad de tareas la cuales, anteriormente, debían hacerse a lazo con la inmovilización de los animales a campo. Esta metodología, si bien sigue vigente para casos eventuales en los que llevar a un animal hasta la manga implica más desgaste que el beneficio de realizarlo en las instalaciones adecuadas, además de representar mayores riesgos implica una situación de estrés significativo para el animal.
El diseño de las instalaciones considerando los principios por los que el bovino se moviliza representan un ahorro en los tiempos de trabajo ya que disponen, junto con el correcto manejo, a los animales a movilizarse de forma fluida y sin tener que requerir a otros métodos como caballos, picanas, perros, azotes, etc.
En lo regente a los materiales metálicos para la construcción de casillas de operar se observa que no solo el trabajo es más seguro sino también pudiendo ser realizado por menos operarios abocados a las tareas de apertura y cierre de trancas o cepo.
La posibilidad de contar con apretar vacios, puertas interiores y laterales en la casilla de operaciones permite realizar las tareas no solo de manera más segura sino con una precisión mayor, lo que aporta a la efectividad de la práctica o el tratamiento. Por ejemplo, cuando debe realizarse los raspajes para el diagnóstico de enfermedades venéreas como tricomoniasis y campylobacteriosis, una buena muestra es fundamental para el diagnóstico, el cual de por sí, conlleva la necesidad de realizar una o dos repeticiones más. Similares consideraciones pueden realizarse al respecto de otras tareas como el tacto en donde a mayor sujeción la práctica es más certera reduciendo los errores de determinar vacía por preñada o viceversa o a la inoculación necesaria en el pliegue para considerar posteriormente la reacción a la tuberculina y detectar positivos o no.