Las pasturas son el insumo principal en las producciones ganaderas que se basan en el pasto. Estas pasturas pueden ser cosechadas y aprovechadas en pie por parte del animal a medida que va pastoreando, o bien pueden ser cosechadas por medio de una máquina, la cual corta a la pastura, la deja secar y luego la enrolla o la enfarda para guardarla a modo de reserva para los momentos en donde la demanda del rodeo le gana a la oferta del pasto que el campo puede llegar a ofrecer.
El impacto es diferente en el propio pasto cuando es cortado por los dientes del animal, o por medio de la cuchilla. Este impacto no es solo a niveles físicos, sino que también a niveles químicos, que afectan no solo a la pastura sino que también al ambiente en el cual se desarrolla la pastura, como es principalmente el suelo.
Cuando el animal está en el lote y entra a comer la pastura, genera el primer principio de lo que se conoce como impacto animal. Con las pezuñas, que tienen forma bifurcada, el bovino lo primero que hace a la hora de pastorear, es caminar e investigar al potrero, generando un impacto con su pisada, que repercute físicamente tanto en el suelo como en la planta. Luego empieza a comer y a generar lo que se conoce como la defoliación.
La defoliación es cuando el animal justamente come a la pastura, come las hojas, y le disminuye el área foliar.
El verdadero impacto animal se genera cuando además de la pisada y la defoliación de la pastura, el animal permanece en el lugar donde comió, el tiempo suficiente como para poder orinar y defecar todo lo posible.
Esto hace que se genere una recirculación de los nutrientes, ya que esos mismos nutrientes que el animal tomó de la pastura, y que la pastura tomó del suelo, sean devueltos al mismo por medio de las deyecciones y del orín. Esto no significa que los bovinos tengan la capacidad de fertilizar a la pastura, sino más bien de re fertilizar; el ganado no le va a otorgar más nutrientes al suelo de lo que tenía antes, pero si le va a devolver gran parte de lo que tomo, mientras que en otros sistemas, esto no sucede, y los nutrientes que el animal toma, los exporta a otra parte del campo, o mismo tienen destino fuera del establecimiento.
Este impacto animal hace que la pastura utilice de una manera más eficiente los nutrientes, ya que son utilizados de manera cuasi instantánea por parte de las plantas, ni bien son expulsados por el animal.
El principal nutriente que aprovecha esta situación es el nitrógeno ya que es el más volatilidad sufre en diferentes situaciones. Además, este es un nutriente que ayuda al crecimiento de las especies que pertenecen a las gramíneas, las cuales no tienen la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico por medio de los nódulos que viven en simbiosis con las raíces, como es el caso de las leguminosas, que si pueden aprovechar el nitrógeno del aire y perder cierta dependencia del nitrógeno que se encuentra en el suelo.
Al tener este nutriente disponible para las gramíneas y que no sea un factor limitante para su crecimiento, hace que la pastura tenga una composición más heterogénea, siendo benéfico para la misma.
Caso contrario sucede cuando la pastura es cortada por medio de una maquina y una cuchilla, y se hacen los rollos, donde ningún animal estuvo pastoreando. En este caso, todos los nutrientes que fueron necesarios y usados por parte de la pastura para poder crecer y desarrollarse, son exportados del potrero en forma de rollos o de fardos, siendo no devueltos al potrero, generando un balance más que negativo si se habla en términos de nutrientes y fertilización.
Por ende, se puede decir que los rollos y los fardos intervienen de manera negativa en la re circulación de los nutrientes en los potreros de manera individual, en los sistemas que se plantean pastoreos rotativos.
Una manera de poder contrarrestar este impacto negativo, es suministrar los rollos que se sacaron de los potreros, de ser posible, dentro del mismo lugar en donde fueron enrollados. De esta manera, los animales mientras que se alimentan del mismo, pueden defecar y orinar en ese lugar, devolviendo en parte esos nutrientes.
En los sistemas de alta carga instantánea y con pastoreos rotativos diarios, donde la parcela está diseñada para que el ganado no esté pastoreando más de un día en el mismo lugar, y en donde los animales se encuentran en una parcela chica, todos juntos, comiendo la pastura, sin seleccionar y teniendo una selectividad nula y defecando y orinando todos en un solo lugar, hace que el impacto animal sea aún mayor, no solo por la devolución de los nutrientes por parte de sus deyecciones, sino que también por el efecto que genera el pisoteo de muchos animales y el periodo largo de descanso que se le da al potrero.
El periodo de descanso es prolongado ya que existen muchas parcelas, y el tiempo que pasa para que los animales peguen la vuelta por todos los potreros y vuelvan a la parcela número uno, es largo, haciendo que el potrero pueda recuperarse correctamente, respetando sus tiempos biológicos y aprovechando los nutrientes que los animales devolvieron al suelo.
Hay situaciones en donde realizar este tipo de laboreos es complicado por diversos motivos, ya sean por limitaciones de los propios planteos productivos o mismo problemas con la ejecución y para con el personal en que viva en el mismo campo y esté disponible cien por ciento al sistema de pastoreo rotativo y pueda poner las varillas, tirar el eléctrico, correr las aguadas y así hacer las parcelas diarias para que los animales puedan pastorear de esa manera.
Si bien el impacto animal demanda que los sistemas sean más intensivos y dependan de mayor trabajo, sin duda vale la pena, impactando directamente en la productividad de la pastura y por consiguiente en la rentabilidad del negocio.