La actividad de cría se desarrolla en todas las regiones del país. Dentro de la mismas se encuentran zonas con dificultades serías en cuanto a clima y suelos. Estas limitantes, si no son contrarrestadas con herramientas de manejo y nutrición pueden afectar los índices productivos y reproductivos del rodeo.
Los fenómenos vinculados al clima como pueden ser sequías, heladas o inundaciones junto con las limitantes del suelo (fertilidad, estructura, salinidad, etc.) afectan de manera significativa a la calidad y cantidad de los recursos forrajeros. Ello puede repercutir en los aspectos reproductivos y la condición corporal de los animales tanto en los vientres como las crías al pie.
Ante esta realidad se encuentran disponibles estrategias de manejo y alimentación al servicio de los productores que permiten, siendo aplicadas correctamente, mejorar los índices productivos, el estado corporal y el desarrollo de los terneros y los vientres. En el caso del destete se contemplan el destete precoz y el destete anticipado o primer recría.
Tipos de destete
El destete implica separar a la madre de la cría. En función de cuando se realiza esta separación, determina como la denominación y a su vez, las prácticas que deben realizarse con los terneros destetados.
Existen distintos tipos de destete. Si bien se toma en cuenta el parámetro tiempo con el que se realiza para su clasificación, cada uno de ellos implica que los recursos y el manejo deban ser específicos para lograr los resultados.
Según los días transcurridos entre el nacimiento y la separación de la cría y la madre los destetes se clasifican en:
- Hiperprecoz: a partir de los 30/45 días.
- Precoz: a partir de los 60/80 días.
- Anticipado: a partir de los 110/120 días.
- Tradicional: a partir de los 180 días.
Las primeras experiencias en el destete precoz datan de la década de los años 70. En el país la referencia de esta estrategia siempre ha sido el INTA Concepción de Uruguay.
El destete precoz se realiza de manera temprana cuando la edad del ternero es de 2 a 3 meses y pesa entre 70 y 80 kg. En función del requerimiento en desarrollar el rumen, la técnica va acompañada con la provisión de un concentrado de alta calidad energético y proteico durante 15 a 20 días en un potrero o corral. Previo a esta suplementación se requiere un periodo de acostumbramiento con fibra de alta calidad. Posteriormente la dieta se adapta a un forraje fresco de alta calidad ofrecido a voluntad junto con un concentrado energético y proteico adecuado para la calidad de ese forraje basa.
El destete precoz tiene como objetivo primordial la mejora de la condición corporal de la vaca para no resentir los índices reproductivos (principalmente el índice de preñez) en el próximo servicio. Sin embargo, es importante considerar que si no se cuenta con un forraje adecuado de buena calidad (se por condiciones climáticas o de suelos) el desarrollo del ternero resulta afectado y esta estrategia no resulta en el impacto esperado. Ante falta de calidad en los recursos que van a consumir los terneros destetados, el estado que se logra condiciona el desarrollo muscular y óseo y, en la etapa de engorde los animales que se logran presentan menor conformación y tamaño.
Recomendaciones para el destete no tradicional
Las claves para logro de éxito con la implementación de esta herramienta se resumen en un buen manejo nutricional que sea adecuado para el vientre y para el ternero; y un manejo sanitario que acompañe las particularidades de ambas categorías.
Para el primero de los conceptos, permite mejorar el balance nutricional tanto de los terneros con de los vientres siempre que se cubran los requerimientos de energéticos y proteicos. Como se mencionó se busca incrementar los índices de preñez. Un buen manejo nutricional en el caso de la vaca se manifiesta mediante el aumento del peso vivo y el registro de la condición corporal, lo que repercute (en condiciones de normalidad) en manifestaciones tempranas de celo fértiles. Esto es importante es los rodeos con servicio estacionado donde la cantidad de celos en el lapso del servicio es limitada. Para el caso de los terneros se logran similares desarrollos y ganancias de peso que en el caso de los destetes tradicionales.
El segundo de los conceptos refiere a la implementación de un plan sanitario que apunte a evitar las denominadas enfermedades reproductivas que originan bajas tasas de concepción y, por ende, menores nacimientos. En los terneros el objetivo es evitar patologías que condicionan el futuro como diarrea neonatal, queratoconjuntivitis y neumonía. Tanto la diarrea como la neumonía causan mortandad. A la anterior enumeración se suman las enfermedades del complejo clostridial como mancha, gangrena, enterotoxemia que afectan a terneros entre 6 meses y 2 años de edad. Es por ello que la prevención resulta fundamental para evitar cuadros que puedan manifestarse en las posteriores etapas de la producción como la recría o el engorde.
Conclusiones
Anticipar el destete es una estrategia que debe ser considerada en cada año en particular. Principalmente evaluando las situaciones de calidad y cantidad de pasto, así como las condiciones corporales de los vientres y su evolución. La elección de realizarlo e incluso que tipo de destete dependerá de cada productor y como estos se ajusten a su sistema productivo considerando los materiales disponibles, recursos económicos y financieros, mano de obra y disponibilidad de forraje. Si bien el destete precoz puede adaptarse a la mayoría de las empresas ganaderas, deben ser tenidas en cuenta los manejos imprescindibles para lograr éxito con su implementación y alcanzar los objetivos productivos y reproductivos establecidos. En caso de no poder garantizar los recursos es recomendable no realizarlo.