La ganadería de carne vacuna ha registrado en los últimos años un proceso de incorporación de tecnologías en la búsqueda de la intensificación. Una de las principales tecnologías fue la siembra de verdeos en la época de verano, tanto para consumo en pie como para la elaboración de reservas en forma de heno o silaje. El uso de estos cultivos presenta una diversidad de materiales y su adopción dependerá de los objetivos productivos planteados por la empresa.
Se denominan verdeos a aquellos cultivos que, en un determinado momento del año producen una cantidad de forraje por hectárea superior a aquellos recursos que, por su carácter de perennidad, ven disminuida su producción o entran en reposo.
Los verdeos, a su vez, presentan la gran ventaja de poder ser utilizados de manera estratégica en distintos momentos del año y respondiendo a diversas demandas productivas. Un ejemplo, para mantener las ganancias las ganancias de peso de los animales durante la época del verano en donde se presentan condiciones de crecimiento limitado de las pasturas. Condiciones de humedad del suelo o elevadas temperaturas, sumado a que el crecimiento de las pasturas perennes de ciclo O-I-P (otoño-invierno-primavera) es escaso, produce una marcada caída de su calidad por desbalance entre sus componentes.
Especies de la familia de las gramíneas tales como sorgo o moha resultan alternativas interesantes debido a su rápido crecimiento inicial, que permite que sean pastoreados tempranamente en relación a otros recursos. Para estos cultivos, en los que se realiza pastoreo directo, el primer pastoreo puede realizarse en el plazo de 45 a 60 días desde la siembra. Otros recursos clasificados como verdeos de verano, por ejemplo, la soja forrajera, resulta una excelente alternativa para el control de malezas críticas ofreciendo también un forraje de excelente calidad, si bien presenta un periodo mayor para el primer pastoreo. De lo anterior surge la plasticidad de estos recursos pensando en las estrategias y los objetivos productivos.
Características de los cultivos
La mayor producción de estos cultivos se alcanza cuando el forraje se acumula hasta la finalización de la estación de crecimiento. Esta producción máxima en materia seca (MS) se contrapone con la calidad considerando la composición del recurso. La variación en la calidad es producto por el incremento en la proporción de fibra y la reducción de los contenidos de proteína y pérdida de digestibilidad, sobre todo en la etapa de floración.
Para cuantificar la disminución en la calidad se toma como ejemplo el cultivo de moha. pastoreos realizados en enero ofrecieron entre 14% y 15% de proteína y 75% de digestibilidad. En contraposición, los aprovechamientos en abril/mayo mostraron contenidos de entre 7% y 8% de proteína y 55% de digestibilidad.
Las condiciones climáticas, en un contexto de normalidad, y la correspondencia de estos con las características de los cultivos, permite materializar el elevado potencial de producción de materia seca. En el caso cultivos como el maíz, la mayoría de los lotes que se hacen de este cultivo, se destinan a generar reservas en calidad y cantidad, lo que puede cumplir el objetivo de estabilizar los sistemas de producción mediante la transferencia de hacia otros momentos del año en los que la producción está limitada por calidad o cantidad.
Esta transferencia de cantidad se realiza mediante el uso de diferentes tecnologías disponibles y adoptadas. Entre las principales se encuentran la henificación, el ensilaje, el diferimiento en pie, henolaje, etc. La opción que se tome está condicionada por la capacidad de cada establecimiento y del objetivo que se busque suplir con este material transferido.
Objetivos de aumento de peso podrían relacionarse con reservas del tipo ensilaje mientras que el mantener el estado corporal de una vaca de cría puede cumplirse con reservas del tipo heno.
Atributos del sorgo
Se lo considera el verdeo de verano por excelencia. Presenta dos atributos deseables en toda forrajera: rusticidad y versatilidad. El primer atributo permite y determina la adaptación frente diferentes ambientes, posibilitando lograr una estabilidad en el rendimiento entre años y lotes contrastantes. Sus características morfológicas y físicas le permiten producir forraje aún con limitada disponibilidad de agua, así como tolerar condiciones de suelo limitantes como drenaje deficiente, salinidad, alcalinidad, etc.
El segundo atributo implica que pueda ser usado en para satisfacer diferentes requerimientos nutricionales de los planteos productivos. Su alta capacidad para rebrotar y macollar le confieren características que incrementan la compensación que puede hacer el cultivo para un uso más eficiente del ambiente. Por otro lado, los avances tecnológicos desarrollados sobre esta especie han permitido ampliar el espectro de materiales brindando variabilidad genética.
Tipos de sorgo
Hoy en día además de los materiales tipo sudan o forrajeros, existen materiales con mayor contenido de azúcares, fotosensitivos para un mayor crecimiento vegetativo, y de nervadura marrón (BMR) con menor contenidos de lignina o materiales con contenido o no de taninos condensados. como así también sorgos graníferos con y sin taninos condensados. Esta variabilidad de materiales permite que este cultivo puede tener múltiples usos como producción de grano, ensilaje de planta entera, pastoreo directo, o diferido en pie. Para cualquiera de estos destinos resulta fundamental la elección del tipo de híbrido a sembrar.
Pastoreo de sorgo
El cultivo de sorgo para pastoreo aporta una importante cantidad de forraje. Si bien tradicionalmente, los sorgos engañaban rápidamente y perdían calidad, los materiales han incorporado caracteres que superan en calidad a los clásicos sudán. Por ejemplo, los sorgos nervadura marrón o BMR al presentar una reducción en el porcentaje de lignina muestran un incremento del porcentaje de digestibilidad del forraje.
A su vez, los materiales forrajeros fotosensitivos al presentar requerimientos de días cortos para inducir la floración, cuando son sembrados en latitudes como las de nuestro país, prolongan su crecimiento vegetativo. La floración puede no ocurrir o darse hacia el final de la estación de crecimiento. Esta ralentización en la floración permite una mayor flexibilidad en el momento de aprovechamiento pastoreando una planta con menos estructura de sostén (o caña) lo que resulta en mayor digestibilidad por ser mayor la proporción de hoja y tallo no lignificado.
Ensilaje de sorgo
Es uno de los recursos de mayor utilización como reserva. Los distintos materiales y tipos morfológicos determinan diferentes resultados de rendimiento y calidad del ensilaje. Experiencias realizadas por el INTA en Chascomús han demostrado que los sorgos forrajeros (sudán y fotosensitivos) presentan las mayores producciones de materia seca total con valores bajos de digestibilidad. Principalmente por lo avanzado del cultivo y la poca o nula proporción de grano, siendo en su mayoría fibra. El momento del picado también se encuentra condicionado por el tipo de material elegido. En híbridos con grano, el momento de picado óptimo debería coincidir cuando el tercio superior de los granos de la panoja se encuentran duros, el tercio medio presenta grano pastoso y el tercio inferior en grano lechoso.
Demoras en los momentos de picado implican pérdidas en la calidad del forraje. Una alta proporción de los hidratos de carbono asimilables se transforman en compuestos de mayor complejidad aumentando la pared celular y la lignina lo que genera disminución significativa en la digestibilidad. Atrasos en la cosecha también resultan en el endurecimiento del grano lo cual dificulta la asimilación por parte del animal.
Conclusiones
El sorgo es una especie que presenta amplias ventajas para ser utilizado como verdeo de verano. No solo por su rusticidad y versatilidad sino también por las posibilidades que brinda en cuanto a usos (pastoreo, ensilaje, diferimiento) y destinos como forraje de calidad.