Se define como Buenas Prácticas Ganaderas al conjunto de acciones realizadas para llevar a cabo los procesos de producción, comercialización, transporte, faena, etc. El objetivo de la implementación es promover la sustentabilidad tanto social como ambiental y económica. Dentro de estas normas un capítulo especial merece las personas que trabajan en el establecimiento de manera directa o indirecta, así como permanente o eventual.
En los últimos años y mediante el trabajo de instituciones públicas y privadas y de ámbitos de producción, investigación, educación, comercialización, entidades gremiales, ministerios de producción provinciales, entre otros, se han consensuado lineamientos que establecen buenas prácticas ganaderas para la producción de bovinos de carne, para la producción de leche, en el transporte, etc. Este trabajo brinda las bases sobre las cuales avanzar en los procesos de implementación en las empresas e instituciones que trabajen con animales.
La implementación implica un compromiso ya que las primeras instancias significan trabajo de planificación estableciendo objetivos, protocolos y acciones a seguir con sus correspondientes plazos, indicadores, metas, revisiones, planes de acción, etc. A su vez, la puesta en marcha de las buenas prácticas ganaderas implica que deban realizarse seguimiento y evaluación de logros de acuerdo a lo establecido. En varias oportunidades las tareas que implica trabajar con estos lineamientos es resistido porque, si bien permite establecer un ordenamiento producto de los diversos registros (adopción, incorporación de aprendizaje, mejora sistemática o continua, etc.), la dinámica de trabajo no es habitual en muchas de las empresas ganaderas.
Rol del personal
A la hora de empezar con el proceso, e incluso antes (cuando el mismo fue planteado) es necesario que haya una persona a la que se designe como responsable. Para establecer este rol resulta fundamental que quien lo vaya a ocupar se encuentre interesada en la temática, en los procesos que requiere su implementación y en las tareas que conlleva el seguimiento de las normativas. Estos procesos no son estáticos por lo que también es requisito que la persona encargada presente afición por el estudio e inquietud en pos de la búsqueda de eficiencia. En cuanto al acompañamiento, la empresa debe respaldar y posicionar a quien ocupe este rol debido a que los comienzos de gestión en la implementación son recurrentes que se produzcan rispideces producto de los cambios que requiere trabajar bajo normas distintas a las habituales. A modo de ejemplo se puede citar una costumbre muy arraigada como el uso de la picana para realizar tanto las cargas como las descargas de los camiones o de arreadores a la hora de trabajar en la manga o toril. La revisión y modificación de estas prácticas en las primeras instancias son resistidas por parte de quienes deben modificarlas. Es importante que estas funciones y roles sean registrados ya que ante cambios habituales que puedan darse en las nóminas de las empresas la ejecución de las tareas asignadas al responsable de las BPG debe continuar llevándose a cabo.
Se considera que las personas representan a actores claves para llevar adelante el desarrollo de las actividades productivas. Aún en aquellas con un grado elevado de automatización en donde, al contrario de lo que podría suponerse, la intervención humana tiene un rol de mayor importancia. También se consideran actores claves en la sustentabilidad de las empresas y de dichas personas dependen la gestión y planificación de prácticas, la ejecución de las distintas tareas según las funciones y responsabilidades y la resolución de problemas de manera eficaz.
El documento elaborado de BPG para producción de ganado de carne establece una serie de lineamientos sobre las condiciones y obligaciones de las empresas con las personas que trabajan en ella. Este capítulo particular tiene por objetivo las funciones de identificar, ordenar y mejorar aquellas acciones que permitan garantizar la seguridad, el bienestar y la salud de las personas que participan en la producción ganadera, cualquiera que sea su función dentro de la misma. Aspectos considerados claves en estas nuevas normas es la exigencia de que el personal cuente con libreta sanitaria siendo el establecimiento facilitador de la obtención de la misma. La obligación por parte del empleador de proveer de ropa de trabajo, elementos y equipamiento de protección necesaria (EPP incluidos) de acuerdo a la tarea que realice y debe velar por el uso de los elementos durante la realización de las mismas. La ropa brindada a los operarios debe cumplir con las normativas vigentes en caso de existir una normativa específica. Un caso ejemplo puede citarse en la protección auditiva donde según la exposición es el nivel de protectores (internos, externos o ambos) que se exigen. El almacenamiento de la indumentaria y los elementos debe ser en un sitio separado de los productos fitosanitarios y veterinarios. Es un requisito que los operarios que estén involucrados en la manipulación de productos fitosanitarios, veterinarios o desinfectantes tiene que estar capacitados en las maneras correctas y seguras de trabajar con estos compuestos. En este aspecto y referido a los registros mencionados anteriormente, se debe tener conocimientos de los marbetes y de las hojas de seguridad de cada uno de los productos que se encuentren en stock. Debe contarse en el establecimiento con la adecuada señalética, la cual debe ser a su vez de fácil comprensión haciendo hincapié en los riesgos de salud y seguridad. En referencia a la prevención, es fundamental que cuente con matafuegos, botiquines y demás elementos que resulten de la evaluación de riesgos realizada. La contratación de personas, ya sea en carácter permanente o temporal debe ser primeramente cumplir con la normativa vigente, debiendo disponer la empresa de registros completos y actualizados tanto del personal como de las funciones que desempeñan. Finalmente, entre los aspectos más destacables de estas BPG en lo que refiere a personal se menciona que debe elaborarse un organigrama y manual de responsabilidades del y para el personal donde estén identificadas las funciones y responsabilidades de cada persona interviniente. Estos organigramas y manuales deben ser periódicamente revisados y estar en un lugar visible con acceso de todo el personal del establecimiento.
A modo de conclusión, el componente personal es una pieza clave dentro del funcionamiento y la estabilidad de la empresa ganadera. La incidencia del mismo en los procesos productivos determina que toda mejora en capacitación, formalización y gestión de los recursos que a su vez mejoren el ámbito y la seguridad, siempre serán inversiones bienvenidas.