Las gramíneas por tener cualidades diferentes a las leguminosas, a la hora de ser usadas para pastoreo se las tiene que manejar, como es de pensar, de una manera diferente.
Primero que nada, lo que se debe saber es cómo se componen, como es su morfología.
La parte más representativa de las gramíneas es lo que se conoce como macollo, que técnicamente es una planta que surge de otra. Es una forma de propagación propia de este grupo botánico y hace que crezcan muchas plantas a partir de una. Esto se conoce como macollaje.
El avance de crecimiento y desarrollo está dado por la tasa de aparición de las hojas, por la tasa de la elongación de esas hojas y por el tiempo de vida de cada una de esas hojas.
El tiempo en el cual tarda en salir cada una de las hojas, es decir, lo que se comentó anteriormente como tasa de aparición de hojas, está dado por factores ambientales, principalmente por la temperatura. Se puede expresar en la unidad de días, es decir, una hoja cada tantos días, pero está atado a la suma de grados centígrados, que promedian esos días en los cuales tarda en crecer.
El crecimiento de esas hojas, es decir, lo que tarda en expandirse completamente y tener toda su área foliar al máximo en cuanto expresión, también está atada a la temperatura. Lo que se observa es la elongación de su hoja a lo largo.
Las hojas de las gramíneas tienen una vida útil determinada y el tiempo que pasa entre que aparece una hoja y muere la otra, es lo que se conoce como la vida media de las hojas. Las gramíneas en general siempre tienen tres hojas vivas, y cuando aparece la cuarta, la primera muere.
El tiempo que transcurre entre la primera y la cuarta es lo que se conoce como vida media de la hoja y es muy importante a tener en cuenta a la hora de pensar en las rotaciones de los pastoreos ya que cualquier hoja que se pierda, por un lado fue energía e insumo que se gastó para producirla, y por otro, no convierte en producto, es decir, carne o leche, dependiendo de la actividad de la cual se esté hablando.
Entendiendo estos conceptos, el desarrollo y avance estructural de las gramíneas va a estar dado en una línea de tiempo según la aparición de las hojas, el tiempo que tarda en desarrollarse cada una de ellas, y el tiempo de vida que tienen.
Estos conceptos también hacen referencia a la disponibilidad de kilos de materia seca por hectárea de la pastura; dependiendo la cantidad de macollos que tenga la planta, la cantidad de hojas vivas que tenga y el tamaño de cada una de ellas, es que va a estar dada esa disponibilidad.
A su vez, se debe tener en cuenta que cuanto más área foliar tenga la pastura, más capacidad fotosintética va a tener y por ende, más posibilidad de desarrollarse y convertir la luz solar en alimento.
Una de las variables más importantes es la tasa de aparición de hojas, ya que es la que más incide en el resto. Esto se debe a que primero debe estar la hoja y luego las características de la misma, es decir, cuánto va a vivir esa hoja y cuán grande va a ser.
Como se dijo anteriormente las variables ambientales que manejan esta aparición de hojas es la temperatura y el agua, sumado con los nutrientes. El hombre tiene la capacidad de poder incidir en cierta manera por sobre los nutrientes y la disponibilidad de agua pero no por sobre la temperatura, que es el factor más importante en esta cuestión.
En cualquier proceso químico, la temperatura juega un rol muy importante y es sabido que actúa como catalizador, cuanto más temperatura, más rápido suceden los procesos físico químicos. Las hojas no le escapan a este principio y es por eso que cuanto más temperatura, más rápido es el desarrollo de la planta.
El fitocromo es lo que se conoce como la sumatoria de los grados centígrados días que necesita la hoja para aparecer, lo que se dijo anteriormente de la tasa de aparición.
No todas las gramíneas necesitan la misma cantidad de grados centígrados acumulados para crecer. Algunas especies necesitan más grados que otras, como por ejemplo la festuca necesita mucha más temperatura que el raigrás.
Esto impacta directamente a la hora de pensar en la rotación de los pastoreos, ya que la vuelta va a ser mucho más rápida en las especies que necesiten menos acumulación de temperatura, que impacta directamente en la cantidad de días por cada hoja que aparece.
El impacto que tiene la temperatura en la producción de hojas también está asociado con el momento en el cual se encuentra la planta. Por ejemplo, a iguales temperaturas la planta no va a responder de la misma en otoño que en la primavera, y esto esta explicado por el estado fisiológico de la misma.
A medida que las temperaturas medias del día van en aumento, también lo hace la aparición de las hojas y el crecimiento de las mismas.
Estas cuestiones son muy importantes a tener en cuenta, ya que como se dijo anteriormente, el impacto que tiene por sobre la rotación de los pastoreos es sabida, teniendo una íntima relación con la eficiencia de cosecha del mismo.
La temperatura es un factor que el hombre no puede manejar pero sí el agua y los nutrientes. Si la planta presenta estrés hídrico, expresa este síntoma con algunos cambios que pueden verse a la vista, con el fin de perder la menor cantidad de agua posible y ser eficiente en su uso. Cuando la planta presenta este estrés automáticamente lo que hace es no elongar y expandir su área foliar ya que cuanto más área foliar tenga una planta, más expuesta está al sol y por ende a la posibilidad de perder agua a causa de la transpiración.