Se denominan pastizales naturales a aquellas comunidades vegetales donde diversas especies interactúan entre sí y con el ambiente circundante. En base a estas interacciones, se determinan diversas conformaciones de tipos de pastizales. El rango es amplio y abarcando desde los pastizales dominados por gramíneas, a aquellos en los que coexisten especies leñosas (árboles y arbustos) con gramíneas y especies herbáceas. Esta vinculación entre especies resulta en eventos de competencia por espacio, luz, agua y nutrientes, independientemente de que sean de la misma especie o no. También es posible encontrar relaciones de simbiosis y sinergia entre las especies y, a su vez, estos pueden ser catalogados por el ambiente donde se encuentren o la posición topográfica que ocupen en el terreno.
Degradación de los pastizales
En mayor o menor medida, en nuestro país, toda el área ocupada por pastizales naturales del país, presenta distintos grados de degradación. Esta degradación se considera con respecto a la situación de equilibrio en que se encontraban antes de la colonización.
Con el comienzo de la explotación, forestal en un comienzo y ganadera posteriormente, se altera equilibrio original mencionado comenzando este proceso de degradación. Pueden citarse varios ejemplos como degradación. Quizás el más visible es la pérdida paulatina de biodiversidad y productividad a causa del sobrepastoreo llegando a instancias irreversibles en algunos casos.
El proceso de deterioro de los pastizales causado por un uso excesivo del recurso forrajero, se manifiesta entre otros indicadores por cambios en la abundancia de especies (disminución de especies forrajeras) y eventuales modificaciones en la relación herbáceas arbustivas, así como pérdidas de cobertura vegetal.
Al aumentar la proporción de suelo desnudo, producto de la pérdida de cobertura, sumado a condiciones propicias para procesos erosivos (hídrica o eólica) produce pérdidas de suelo y materia orgánica provocando una disminución de la capacidad de captación y retención de agua y nutrientes. Finalmente, estas modificaciones impactan en la capacidad de carga de los potreros (cup / ha) y, en consecuencia, una disminución en la producción.
Cuando se registran procesos de marcada intensidad, disminuyen las especies más palatables, llegando incluso a la desaparición total de las especies de mayor valor forrajeras y ocupándose el sitio por especies invasoras o quedando el suelo desnudo. La desaparición total de los individuos dando lugar a un proceso denominado erosión genética, lo que implica pérdidas en el material genético imposible de recuperar.
Consecuencias de la degradación
Los inconvenientes que generan el mal uso y la consecuente degradación de los pastizales, no solo se dan en el plano económico sino también en el social y ambiental. En cuanto al plano económico, disminuye la receptividad lo que se traduce en menores ingresos e inicia un círculo vicioso ya que, en la mayoría de los casos estos menores ingresos se compensan con mayores cargas, acentuando el impacto negativo. Referido al plano ambiental, la pérdida de diversidad de especies (riqueza florística) impacta en la calidad de la oferta forrajera ya que las que registran las mayores pérdidas son las especies más palatables o de mayor valor forrajero, prevaleciendo las de menor aporte a la productividad. Finalmente, en lo referido al impacto en el plano social, las disminuciones en las productividades de las explotaciones origina un proceso migratorio desde los sitios rurales a las zonas urbanas con las demandas que ello ocasiona. También debe comentarse la pérdida que se da de los conocimientos culturales.
Servicios ecosistémicos
Los pastizales brindan diversos servicios ecosistémicos, siendo estos un valor intrínseco cada vez más considerado. Se define como servicio ecosistémico a los beneficios que la población obtiene de los ecosistemas, ya sea que puedan cuantificarse económicamente o no.
Se encuentran clasificaciones que establecen la división de estos servicios en cuatro categorías: servicios de las cuencas, relacionados a la provisión agua apta para consumo y como segundo aporte, el control y mitigación de fenómenos hidrológicos como inundaciones, erosión y salinización de los suelos; secuestro de carbono, referido a la captura y almacenamiento del carbono en la biomasa leñosa y materia orgánica del suelo a largo plazo; conservación de la biodiversidad, agrupa a aquellos procesos que aseguran, determinan y mantienen la riqueza a nivel de paisaje, nivel de especies y nivel genético. Finalmente se encuentran los servicios ecosistémicos denominados valores estéticos o belleza del paisaje, que refieren a la conservación de aquello considerado como fuente de inspiración, espiritualidad o cultura e incluso a su comercialización en forma de ecoturismo.
Conclusiones
En las regiones donde las condiciones ambientales presentan una mayor fragilidad, se destaca como aspecto primordial la conservación y el manejo adecuado de los pastizales por su vinculación directa con el control hidrológico de las inundaciones, erosión, salinización de los suelos y conservación de la biodiversidad.
No hay una opción que resulte de aplicación para todos los pastizales presentes, la estrategia a utilizar para un aprovechamiento sustentable del mismo será resultado de las condiciones iniciales, el objetivo de la empresa, la disponibilidad y conocimientos de los recursos y de las intervenciones y los impactos que produzcan.